Uno de mis mas gratos recuerdos de infancia vino a mi memoria hace poco, hacía el almuerzo para mi roommate y para mí, sólo me acompañaba a la mesa la tristeza de unos coles de brucelas mutilados torpemente por otro residente, la suavidad permeable de 2 berenjenas medianas, medio aguacate cremoso y profundo, el olor penetrante de ajos recién pelados, unas naranjas recién nacidas en el centro de mesa, cebollín, cebolla, ajo porro, cilantro, pimentón, papas aún con tierra y unos detestablemente bellos tomates, las otras cosas sobre la mesa, la tabla de madera y mi cuchillo con poco filo me transporto a esas medias mañanas en las que mamá hacía el almuerzo apresurada para que yo llegara temprano a las escuela, picaba los tomates en un ritual que nunca dejó de ser fascinante, y que por cierto nunca he podido imitar, cuando de guisos se trataba me mandaba a sacar las verduras de la nevera, mientras ella con sus miles manos hacía magia sobre el fogón, así fui desde mis primeros años teniendo una íntima relación con las hortalizas y la comida en general, el olor del arroz a punto de estar, el sonido quisquilloso de las papas en el aceite hirviente, el olor de los caldos de papa de los domingos antes de ir a la iglesia, las arepitas con queso y el chocolate caliente...ese sabor a hogar y las manos benditas de mi madre es lo único que vale la pena extrañar del pasado, y quizá sea la raíz de mi gusto por la cocina, preparar con los ingredientes mas sencillos la obra de arte que culmina no cuando termina de hacerse, sino cuando sus olores, sabores y texturas abandonan el plato y entran en contacto con el comensal, comer no es un simple mecanismo para subsistir, es el portal a sensasiones y recuerdos imposibles de evocar de otra manera, estudiando a Dalí encontré que gran parte de sus cuadros tienen referencias gastronómicas, chuletas en el hombro de su amada, panes y huevos fritos indivisiblemente unidos a los elementos de la vida creada por su pincel, de la vida misma, ahora que lo pienso, guardo un sabor y un olor para cada persona y época de mi vida que he dejado o que me ha dejado atrás, nací y me crié con la creencia y certeza de la hermosa complejidad y los secretos de la cocina, me enamoré del azafrán y las manos que me lo dieron, me desenamoré con el sabor de un sushi solitario, y he vuelto a ser una niña impertinente de 9 años en la cocina de mamá gracias a una tarde lluviosa, en la que picaba tomates, siempre apreciaré aquellas manos que han aderezado mi vida con tomillo fresco, con crema de limón, con cebolla y leche tibia, con albahaca y pimienta...gracias tambien a el muchacho y su picante trujillano que le ha dado vida a las partes dormidas de mi alma, que nadie osó despertar alguna vez, gracias por cuecer en mí los vínculos insondables del amor...
"La Belleza será comestible o no será"
Salvador Dalí
Gala con dos chuletas de cordero en equilibrio sobre
su hombro (1933)
"Me gustan las chuletas y me gusta mi mujer, no veo
ninguna razón para no pintarlas juntas"
8 comentarios:
conmovedor orejona hermana, muy conmovedor. si todos tenemos un sabor? cual es el mio??
"guardo un sabor y un olor para cada persona y época de mi vida que he dejado o que me ha dejado atrás" y segun tengo entendido querido barrigonzuelo, aún estas, siempre estarás, el sabor agridulce que me dan tus abrazos y tu existencia en sí no se puede describir, porque aún no termino de saborearlo...
un beso de los que no te gustan!
uy jamas!! la saliba enpedernida de la poeta traspasa los limites estadales y atraviesa mi monitor dejando en mi cara el mas humedo de los cachetes...agridulce acaso?? yo pense q mi sabor era...no se...algo mas, insipido...simple...bueno no se...adios...y q nepac te bendiga, hermana del ocaso de mi vida..
Me alegra que tengas tu joven picante trujillano. Lo digo sin una pizca de sarcasmo, más bien repleto de sinceridad.
No dijiste nada del café frío mañanero ni del vino de mora. mmm curioso eso. Todo se olvida, eso es una ventaja en la vida.
Bello post
Buen Provecho
Bien atesoro en mi nostalgia sabores miles de una época corta y bella de mi vida, cómo aquellas mañanas y aquellas noches..llover sobre mojado no es siempre lo más sano...no todo se olvida, se aprende a superar, eso sí es una ventaja,
un sincero abrazo desde mis nostalgias
disculpa si mi comentario no es del todo poetico pero mi humor no esta en su mejor punto... me encanta cada palabra que dices en un escrito que no es igual al anterior y que siempre expresa algo muy tuyo.. esa forma de relatar una especie de cuento, en verdad que si.. gracias por otra entretenida historia..
Nescafe (latte por favor)
Penelope
gracias por comentarme..!!!
guayoyito pa ti...!!!
Ahora sí que me dio hambre, yo debo saber a carne de caballo, si no me equivoqué de cuerpo. Jeje, maldito güisqui. Saludos Goloria
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